Bangladesh, un país condenado a la destrucción natural

Publicado el 6/09/2011

Cada año son varios los desastres naturales que asolan el planeta. Sin ir más lejos, en la última década podemos encontrar desastres de lo más dispares, como el terremoto de Haití, el tsunami del sureste asiático o el huracán Katrina. Sus efectos varían dependiendo de la preparación de la zona afectada, pero cuando el desastre es de gran magnitud, no hay prevención posible que elimine el peligro, tal y como quedó demostrado en el terremoto de Japón de este pasado año.

Imagen aérea de Chittagong (Bangladesh) (

Es cierto que hay lugares que, por su localización geográfica, tienen más probabilidades de sufrir un determinado tipo de desastres, como son los huracanes del Caribe, los tornados de Norteamérica, los terremotos de Chile y Japón o los monzones del sureste Asiático. Estas probabilidades se traducen en noticias periódicas de desastres es estas zonas, que dependiendo de la cantidad de población y del nivel de prevención, son más o menos fatídicas.
Pero existe un lugar en el mundo que no se enfrenta a uno ni a dos posibles desastres naturales periódicos. Bangladesh, el populoso país asiático con más de 140 millones de habitantes, el lugar del mundo con más tipos de riesgo de desastre natural de todo el planeta.
Algunos han llegado a decir que Daca, la capital de Bangladesh, ha estado desde su fundación en 1864 enfrentándose a una continua demolición. No sólo tiene que lidiar cada año con los monzones y sus consecuentes inundaciones devastadoras y sus frecuentes tifones primaverales, sino que además está situada en una zona de elevado riesgo sísmico y, después de Norteamérica, se trata de la segunda zona del mundo con mayor riesgo de tornados.

Imagen infrarroja del ciclón Bhola

Poniéndolo un poco en perspectiva, Bangladesh se ha enfrentado a dos de los ciclones / huracanes más devastadores de la historia. En 1970, el ciclon bhola se llevó la vida de entre 300.000 y 500.000 personas, con pueblos totalmente desaparecidos y siendo hasta la fecha el huracan mas devastador de la historia. Tan sólo 21 años más tarde, Bangladesh se enfrentó a otro cruento ciclon que se llevó la vida de otras 138.000 personas.
En lo referente a los tornados, han tenido lugar en Bangladesh dos de los tornados más devastadores de la historia. El primero tuvo lugar en 1973, destruyendo gran parte de Daca y llevándose la vida de 700 personas. Este número se vio superado en 1989, cuando eltornado de daulatpur saturia   el más destructor de la historia, se llevó la vida de 1.300 personas.
Las inundaciones también son algo a lo que se enfrentan todos los años, pero periódicamente estas inundaciones alcanzan cotas apocalípticas. A lo largo del siglo XX se registraron un total de 18 grandes inundaciones, siendo especialmente destacables las que tuvieron lugar en 1988, que sumergieron bajo el agua el 60% del territorio del país, y en 1998, que sumergieron bajo el agua el 75% del país, dejando sin casa a más de 30 millones de personas.

Inundaciones de 1998 en Bangladesh (

Con todo esto, Bangladesh tiene la suerte de no haber sufrido un grave terremoto en los últimos años. El único registrado, en 1997 en el sur del país, tuvo lugar en una zona poco habitada; y el tsunami de diciembre de 2004 en el sureste asiático apenas afectó al país, dada su escasa línea de costa y ser el más lejano al epicentro.
Pero no podemos olvidar que el riesgo sísmico de Bangladesh es elevado, y en cualquier momento el terremoto puede engrosar la lista de desastres recientes del país. En un estudio llevado a cabo el año pasado, se revelaron unos datos estremecedores. Si un terremoto de magnitud 6 con epicentro en Daca tuviera lugar, un total de 78.000 edificios se vendrían abajo.
Ante todo esto, poco se puede hacer, aparte de intentar conseguir la mayor prevención posible. El problema, como casi siempre en estos casos, es que Dhaka es la capital de uno de los países más pobres del planeta. Eso, unido al hecho de los continuos desastres, provoca que el círculo vicioso en el que está sumida la ciudad y el resto del país sea un bache difícilmente superable.